Que fortuna haber encontrado un estero en el infierno, todo mi cuerpo esta irremediablemente en llamas, pero el agua cristalina no pertenece a este lugar ni a ningún otro, esa es la naturaleza del agua, ser de todas y ninguna parte, sincera es su opinión de mí, en la que me cuenta que estoy destruido, caigo de pena mientras el estero ríe diciendo que este no es momento de llorar que ya lo he hecho y fue bueno y me exclama: ¡ahora por que yo te lo digo ríe ya que tu carga , tu peso, tu cuerpo se ha vencido, ven a mi y te lavare pero aun mas imperativo, te refrescare. Dudo, ya que el estero todo lo dice y lo hace riendo, al igual como las cosas se hacen en el infierno, pero en esto me doy cuenta de que si, estoy en el mismísimo averno y ya no importa ninguna de mis decisiones y elecciones. Decido lanzarme, justo en el momento del impulso irreversible aparecen otros dos quemados a decirme que no, que me cuide, pero ellos para mi ya son seres sin dignidad ni siquiera ya existen para mi, el estero corre por mi y me muestra lo que soy y lo que estoy a punto de dejar de ser, soy mutable devengo en cualquier cosa nada tiene mas importancia que mi cambio que me aleja de los inertes, esos que son como yo era intentan tomarme por el brazo, pero ya soy intangible para ellos solo me ven, no saben que hacer y solo sonríen y yo me río con ellos, pero ni siquiera se dan cuenta que se burlan, sigo riendo al contrario de las ahogadas carcajadas de los otros mi risa se mantiene, sigo riendo, mi risa es real y viva, ellos siguen con sus carcajadas pero son solo carcajadas muertas que fueron pérfidas pero ya no son nada. Mi risa es de verdad, la mas verdadera que todo el infierno haya oído jamás, se burlan con mas fuerza, pero ya es tarde mi risa es imperecedera. Salto tres segundos en el aire y veo lo que el estero me muestra, un cuerpo fuera de mi cuerpo que ya no siente nada y comprendo que esa es la fuente de mi risa la nada, no lo había notado una eternidad me separa ya de aquel infierno y aun no toco el agua, mi risa es llanto que crea lagrimas sonrientes y saltarinas que se clavan en el negro y brillante estero, ¡por fin! La primera yema de mis dedos toca el agua y desaparece, le sigue todo el cuerpo que ya no es cuerpo es solo algo que desaparece por completo
¿Qué paso?, desapareció en el magma, yo intente detenerlo pero no es mi culpa el salto, lo raro era que no tenia miedo….
